Daigo Kobayashi tiene grandes expectativas de futuro como violonchelista, ya que por fin accedió a la orquesta y es miembro oficial de la misma. Sin embargo, poco le dura la emoción: el dueño da de baja a todos los músicos y deja desamparados a los artistas. Devastado y con pocas ganas de seguir en un camino que considera infructuoso, se ve obligado a volver a su antigua casa en Yamagata, hogar heredado por su madre. Pero el cambio de Tokio a una isla trae muchos recuerdos: ese lugar evoca la cafetería de su padre, algo que le llena de resentimiento hacia él por haberlos abandonado cuando tenía 6 años
Sin un empleo fijo, busca en el periódico
cualquier oferta que pueda serle útil cuando lee un pedido de una agencia de
viajes que solicita personal.
La Agencia de viajes NK no trata de
turismo, sino de la preparación de los cuerpos para el funeral, todo un proceso
laborioso, aunque muy mal visto a ojos nipones, así el sueldo es de muchos
dígitos. Daigo aceptará a su pesar y ocultando a su esposa cuál es la función
del nuevo trabajo.
Dignidad
a la muerte, respeto a los fallecidos y consuelo a los que están en duelo
En Japón, todo lo relacionado con trabajos mortuorios es casi tabú,
de hecho, podemos ver cómo intenta que nadie cercano se entere de la nueva
profesión, algo que para el occidental pueda resultar extraño. Entre vergüenza
y curiosidad por los rituales que va adquiriendo, se relaciona con los
parientes de los fallecidos, viendo el dolor, la rabia y la desesperación de
los que están en las ceremonias; muchas veces su propio jefe es discriminado
como si fuera un deshonor ejercer tal oficio.
La tranquilidad del empleador Ikuei Sasaki
tiene todo un trasfondo, así el protagonista va viendo el día a día de cada uno
de los que se mueven en ese ambiente, y el creciente respeto hacia el mismo
hace que Daigo desee aprender bien cada paso en el camino final, un proceso que
consiste en técnicas de limpieza del cadáver frente a los dolientes, sin que
ninguno (incluido el mismo) muestre algo indecoroso, sino que se trata de un
símbolo de pureza para poder viajar al otro terreno astral vacíos de cualquier suciedad. Este proceso consta de varias
etapas y ya es muy usual verlo en la actualidad, como todos los funerales
varían de acuerdo a la zona de Japón, pero se estila que los embalsamadores
profesionales sean los encargados, comúnmente llamados nōkanshi.
Los ritos (generalmente budistas) son
mostrados y también el dejar algunas pertenencias que fueron importantes. Se
remarca y de variadas maneras, que la discriminación hacia los que practican
tal profesión es acentuada, aun en el presente. La misma esposa, cuando se
entera, intenta ver si cambia, aunque cada circunstancia que ocurre en la isla
va mostrando de qué pasta están hechos cada uno de los habitantes del lugar.
Baños termales, casas antiguas, tomas de
las playas, una tranquilidad nueva en los vecinos de su infancia, tomas lentas
que por suerte no llegan a hacerse tediosas, aunque así y todo podrían reducir
un poco la duración, ya que la cinta tiene más de dos horas de metraje. Este
título logró alzarse con diez de los premios mayores (de trece nominaciones) y
en el 2009 ya acumulaba casi cien premios en sus espaldas. El Oscar a la mejor
película extranjera fue el empuje para que llegara a todo rincón del planeta,
pero el logro mayor fue una masiva aceptación de todo el cortejo fúnebre y un
respeto mayor hacia los trabajadores que se hallan en el trayecto final de
nuestros parientes.
La mezcla de drama junto a una justa
comedia, los paisajes, las melodías (que están en manos de Joe Higaishi, famoso
por musicalizar todo lo que sea del Studio Ghibli) y la escenografía calaron
hondo, los lugares de filmación atrajeron al turismo especialmente en donde se
hallaba la Agencia NK y los baños públicos, lugar donde interactuaban muchos de
los personajes.
—Solo
quiero que tengas un trabajo normal.
—¿Qué
es normal?¡Todo el mundo muere!
El principal de la Agencia es interpretado por Tsutomu Yamazaki, conocido por ser el ganador de la Orden del Sol Naciente, un premio que se concede a aquellos que han alcanzado logros destacados en las relaciones internacionales y la promoción de la cultura japonesa. Con tres películas de Akira Kurosawa ya se ve el nivel actoral que posee, pues el director era bastante escrupuloso con el reparto. Yamasaki tiene en su currículum películas de todo tipo, sean comedias, dramas, históricas, o ciencia ficción entre otros argumentos, contándose la humorística Tampopo (1985), la histórica Kagemusha (1980), Space Battleship Yamato (2010) como el capitán Jūzō Okita, unos pocos minutos en The ramen girl (como Gran Maestro del ramen).
El protagonista es interpretado por
Masahiro Motoki, conocido por la cinta Shiko funjatta que muestra uno de
los pocos títulos del sumo en el cine, también como Hirohito en El Emperador
en Agosto (2015). Si bien tuvo muchas series y largometrajes desde su
juventud, con Okuribito le llegó el reconocimiento obteniendo seis premios como
actor.
Finalizamos con una actriz famosa por Wasabi
(2001), del director Luc Besson, y muy aficionada a papeles de comedia: Ryōko
Hirosue, aquí ganaría como mejor actriz de reparto en el Festival de Cine de
Yokohama por interpretar a la esposa de Daigo.
Para ver con calma, pasarla bien y
reflexionar un rato, dependiendo la zona es conocida como Despedidas (España),
Final de partida (Argentina, Uruguay, Chile), La felicidad de vivir (Perú) o
Violines en el cielo (México). ¡Nos vemos en otro número!
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