Los puños de dragón del cine
Aunque
nació en San Francisco, sus padres lo llevaron a criarse a Hong-Kong siendo
bebé y allà se educó. En todos los aspectos porque, cuando sus padres vieron
que el pequeño Lee se metÃa en peleas y que sus compañeros le zurraban, decidieron
apuntarle a una academia de artes marciales para que aprendiera a defenderse.
Para el chiquillo, que apenas tenÃa trece años, se abrió un mundo nuevo que le
enamoró, y se volcó en convertirse en luchador, dedicando toda su vida al
estudio de esta disciplina, creando para ello incluso su propia filosofÃa y
estilo de lucha, el Jun Fan Gung-Fu. A pesar de que a lo largo de su vida dijo
que no era en realidad un arte marcial sino solo un estilo de lucha, ha quedado
para la posteridad como tal.
Ya
siendo niño comenzó a aparecer en pelÃculas y a hacerse un nombre como actor y
luchador, lo que le posibilitó comenzar sus pinitos como extra y secundario en
series y pelÃculas en el cine de Hollywood, donde se estableció, aunque sus
viajes a Hong-Kong eran constantes y serÃa allà donde rodara todas las
pelÃculas que protagonizó. En Hollywood, eso sÃ, fue donde abrió su escuela de
artes marciales que muy pronto fue frecuentada por sus compañeros de rodaje y
por los héroes de las cintas de acción y policÃacas de aquel entonces, como
Steve McQueen, atraÃdos por un estilo de lucha que iba mucho más allá de los
simples puñetazos a los que estaban acostumbrados. Gracias a una mezcla entre
talento y contactos, pudo Bruce Lee debutar en la gran pantalla occidental que le
harÃa inmortal, en la cinta de 1969 Marlowe, detective muy privado.
Bruce Lee |
Durante su breve, pero intensa carrera, Lee enamoró por igual al público y a la cámara. Sus movimientos eran tan rápidos que esta ni siquiera lograba captarlos, habÃa que rodar en cámara lenta para ello (sÃ, no es una leyenda urbana), y el actor solo pensaba en perfeccionarse más y más. Desgraciadamente, esto le pasó factura. A fin de aguantar su ritmo de clases, entrenamiento y rodajes, comenzó a tomar drogas estimulantes y heroÃna, amén de que apenas comÃa y consumÃa solo pastillas de vitaminas para nutrirse. Llegó a tener tan solo un 1% de grasa en su cuerpo (recordamos que la OMS recomienda, como poco-poquÃsimo, un 12%). Al fin, el 20 de julio de 1973, su cerebro sufrió una terrible inflamación que le llevó al coma y a la muerte.
Mucho
se ha especulado con la muerte de Bruce Lee. Se ha dicho que fue derivada del
consumo de drogas, que fue causada por una violenta reacción alérgica a un
analgésico que le dieron poco antes de morir, que se trató incluso de acción de
venganza por parte de la mafia china para silenciarlo porque las artes
marciales siempre habÃan tenido un carácter mistérico y él las popularizaba
incluso entre occidentales… ¡hasta que su cuerpo fue congelado y será revivido
en el futuro! Lo cierto es que Lee tenÃa solo 33 años y dejó viuda y dos hijos
(uno de los cuales, Brandon Lee, también murió en un extraño accidente durante
el rodaje de El Cuervo. Una pistola que debÃa tener balas de fogueo fue
cargada con munición real), aunque en su corta vida dejó un legado imborrable
en cine, historia y hasta filosofÃa.
Y
sobre su legado sabe mucho nuestro siguiente protagonista, Chan Kong-sang,
conocido en el cine como Jackie Chan. Nacido en 1954 en Hong-Kong, pasó buena
parte de su infancia en Austria, porque su padre trabajaba como jefe de cocina
en la embajada estadounidense de aquel paÃs.
Jackie Chan |
El pequeño Chan, al que apodaban Pao-pao, que significa «Bala de cañón» por lo revoltoso y trasto que era, resultó ser muy mal estudiante. Decidido a enderezarlo y a la vez permitirse sacar provecho de su vis cómica, su padre lo inscribió en la Academia Dramática China, una escuela de artes escénicas donde además se instruÃa y entrenaba a los niños bajo una férrea disciplina.
Con
solo 17 años, compartió escena con el propio Bruce Lee en la cinta Puños de
furia, donde encarnó a uno de los enemigos del famoso luchador. Jackie Chan
cuenta con orgullo que a Lee se le fue la mano con la presa que le estaba
haciendo en la escena. Cuando cayó la claqueta, el actor, visiblemente
preocupado por el joven Chan, le mantuvo agarrado, pidiéndole perdón y
preguntándole si se encontraba bien. Chan que, en su juventud y adrenalina, no
habÃa sufrido el menor daño, fingió un poquito de dolor solo para que su Ãdolo
siguiese tan solÃcitamente pendiente de él un ratito más. Y es que todos
tenemos nuestras debilidades, incluso un actor como Chan que tiene el récord
mundial de fracturas óseas porque nunca ha usado dobles.
En
la actualidad, y después de un sinnúmero de pelÃculas tanto asiáticas como
norteamericanas, Chan ha decidido cambiar de registro y tirar más por la
comedia y menos por la acción, que ya va teniendo unos añitos. No obstante,
para la posteridad quedarán cintas como La leyenda del luchador borracho
o Los supercamorristas (que vosotros,
queridos nietecitos, quizá no lo sepáis, pero fueron verdaderas JOYAS de los
videoclubes en los años 80 y la causa de que toda una generación de niños
pidiera clases de kárate a sus padres). Gracias a él y a Bruce Lee, el cine
chino hizo eclosión en España y nos enseñó que la acción no solo la encarnaban
tipos duros norteamericanos, sino que la dureza de carácter también se daba en
oriente, o podÃa venir de la mano de un hombrecito con cara de bonachón
gracioso.
«Tenemos que ir a… Velocidad Absurda». Si no coges esta frase, tienes que ver más cine.
BibliografÃa
https://www.alohacriticon.com/cine/actores-y-directores/bruce-lee/
https://elpais.com/elpais/2017/11/08/icon/1510146830_348047.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Bruce_Lee#%C3%9Altimos_meses_y_fallecimientohttps://es.wikipedia.org/wiki/Jackie_Chan#Filmograf%C3%ADa
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