La vida es corta, muy corta. Por
ello el valor que damos a lo escaso. De ser inmortales, no valorarĆamos
nuestras vivencias de la misma forma al no tener al tiempo jugando en contra.
DecĆa Confucio que «Todos tenemos dos vidas. La segunda empieza cuando nos
damos cuenta de que tenemos sĆ³lo una». El conocimiento de lo finito de nuestra
existencia es el motor que nos impulsa a buscarle sentido a nuestra vida porque
sabemos que el tiempo se nos escurre de las manos. Es asimismo uno de los
aspectos de la apreciaciĆ³n de los cerezos en flor cada primavera; su fugaz y
efĆmera belleza como metĆ”fora de la vida misma. Esta es una de las ideas
subyacentes de Quiero comer tu pƔncreas,
largometraje animado basado en la novela del mismo nombre de Yoru Sumino (cuya
adaptaciĆ³n al manga fue reseƱada en el Ćŗltimo nĆŗmero de la revista).
El sakura, las flores del cerezo, es empleado como Memento Mori que ademƔs se encarna en el
nombre de la protagonista para relatar una historia de amor, amistad y
crecimiento adolescente. Utilizando el viejo, pero eficaz, clichƩ de la
atracciĆ³n de los polos opuestos, asistimos a la relaciĆ³n accidental de dos
personajes y su viaje mutuo desde sus antĆpodas. Ella, Sakura, toda llena de
alegrĆa y vitalidad mientras que Ć©l, sin siquiera ser nombrado, vive cada dĆa aislado de su entorno sin
mĆ”s amistades que la compaƱĆa de sus libros. El entusiasmo de ella esconde el
triste secreto de su de su cercana e inevitable muerte, a causa de una
indeterminada enfermedad del pĆ”ncreas (el llamativo tĆtulo de la obra es una
referencia a un relato de folklore en el que se comen determinados Ć³rganos para
curar las dolencias de los susodichos). El fortuito descubrimiento que el chico
hace del diario de ella, le convertirĆ” en el Ćŗnico cĆ³mplice de nuestra
moribunda heroĆna en su bĆŗsqueda de normalidad sin cargar al resto de sus
amigos con la tristeza de su inevitable destino. AcompaƱarla en los Ćŗltimos
momentos de su recorrido vital serĆ” el catalizador para que el chico aprenda a
vivir valorando las interacciones humanas y finalmente entre en su segunda
vida.
Algunas otras reseƱas del filme,
en un alarde de ignorancia y cinismo, han usado el tĆ©rmino «manic pixie dream
girl», acuƱado por el crĆtico Nathan Rabin, para referirse peyorativamente a
personajes femeninos que sĆ³lo existen para impulsar la evoluciĆ³n emocional del
personaje masculino. Es una apreciaciĆ³n que anula por completo la complejidad
humana con la que personaje de Sakura ha sido construido y su poderosa
representaciĆ³n de las emociones contradictorias de una adolescente muerta de
miedo, que hace malabares con sus inseguridades en su persecuciĆ³n de la poca
felicidad que le queda en este mundo. Decir que su personaje sĆ³lo estĆ” al
servicio de su contraparte masculina es una simplificaciĆ³n digna de
determinados cĆrculos de indignaciĆ³n perpetua que sĆ³lo entienden las narrativas
en un sentido maniqueo.
A pesar de la facilidad con la
que la temƔtica puede caer en el melodrama, el relato no estƔ exento de
momentos de incomodidad, comedia o desenfado. La animaciĆ³n, siguiendo el leitmotiv del sakura, mantiene una paleta de colores pasteles e idƬlicos
escenarios en escenas cuidadosamente diseƱadas para mantener ese delicado
balance agridulce, gracias en parte a una emotiva e impecable banda sonora que
tambiƩn sabe apreciar el valor expresivo de los momentos de silencio.
Ficha TĆ©cnica
Nombre Original: Kimi no SuizÅ o
Tabeta
Director: Shin'ichirÅ Ushijima
Estudio: Studio VOLN
AƱo: 2018
GĆ©nero: Drama
CategorĆa: Seinen
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