La propuesta que os traigo hoy es
original en tanto que su protagonista no es el habitual. En esta novela
gráfica, con guión de Joann Sfar y dibujos de Christophe Blain, nos pondremos
en la piel de Sócrates, el perro filósofo de Heracles, y haremos un viaje junto
a él hacia lo moral, lo intelectual, lo físico y lo salvaje, en un constante
diálogo entre el protagonista y el lector.
Que
Joann Sfar sea filósofo apenas puede notarse en este cómic. Una nimiedad. Una
nadería. Digamos que estamos ante una propuesta personal, e inacabada, que
recoge la mitología clásica del mundo occidental, la griega, y nos otorga una
visión personal y muy meditada acerca de varias de las constantes que han
perseguido a los filósofos a lo largo del tiempo: la relación del hombre con
dios; el equilibrio entre racional e irracional; y los impulsos. Sfar, que
ejerce aquí de guionista, indaga entre lo que el ser humano debe y no debe
hacer, si seguir o no sus impulsos. En este caso particular, el deseo/impulso/irracional
lo representa Heracles, hijo de Zeus, que no tiene ninguna posesión material y
que hace las cosas sin pensar. El contrapunto será el perro Sócrates, un perro
filósofo que, a través de su narración, nos introduce en ese debate que comentábamos,
y nos devuelve la pelota en un debate en el que el autor no nos da las
respuestas, sino que nos ayuda a desarrollarlas por nosotros mismos.
El
presente cómic consta de tres partes en donde se plantean diferentes conflictos
a través de la figura de Heracles y su perro. En la primera lo vemos centrado
en el mundo de los deseos y, sobre todo, en las mujeres y en el contrapunto en
el que el autor las coloca de los hombres. El segundo libro nos muestra el
descenso a los infiernos de Heracles, aunque no percibido por él, sino por su
perro, que a pesar de todas las barbaridades que realiza su divino amo, siempre
le es fiel muy a su pesar, conflicto el cual le trae más de un disgusto y que
hace que en el tercer libro intente empezar con Edipo de nuevo, aunque las
cosas no le salen como esperaba. Y es que combatir contra los impulsos del ser
humano mediante el uso de la razón no es sencillo y no siempre funciona, sino
haría mucho tiempo que seríamos una sociedad ideal.
«Sócrates»
es un cómic de puro estilo franco-belga, publicado por primera vez en 1994, y
que consta de 3 volúmenes. Es una obra inacabada y deja varias preguntas en el
aire sin responder. La editorial española Fulgencio Pimentel nos lo trae en una
edición en cartoné por 24 €, que no es nada difícil de encontrar en librerías
especializadas y que vio la luz en España en septiembre del 2018.
La
colaboración en Sfar y Blain no es la primera. Podemos verle juntos en otra
obra que llegó a España hace varios años ya de manos de la editorial Norma con
la mítica nouvelle BD «La mazmorra»,
particularmente en su arco «Amanecer». El estilo que Blain emplea en este cómic
es caricaturesco y lleno de oscuros. El primer tomo apenas tiene movimiento,
acción, su dibujo reposado en verdes praderas con cuerpos de mujer sinuoso
ayudan a esa reflexión que el guionista busca. Es ya en el segundo tomo cuando,
aparte de incluir el mar como elemento importantísimo en la narración, nos
encontramos ya con escenas de más acción, que acompañan a Heracles y a Odiseo,
en una aventura más brutal y menos moral, en contrapunto de nuevo con la figura
de Sócrates y en lo que la historiografía habitual nos cuenta de estos
personajes.
Es
interesante destacar que la organización de viñetas que el dibujante ha elegido
para la práctica totalidad del cómic en una retícula de seis viñetas regulares,
que le permitirían al autor una distribución muy viva y efectista con respecto
al guión.
Para
finalizar, «Sócrates» se trata de una propuesta curiosa que rescata de lo mejor
del movimiento de la nouvelle BD y
nos retrotrae a un tipo de novela gráfica en la que lo principal no es tanto
explicar la historia sino como provocar al lector algún tipo de reacción y
algún tipo de debate que vaya más allá de lo que te están mostrando.
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