Bajo el sugerente
nombre de We Are Witches (Somos Brujas), os traigo este cĆ³mic en el que se profundiza sobre un tema muy trillado pero con
una perspectiva diferente; la ayuda que se prestan unas mujeres,
independientemente de su ideologĆa y religiĆ³n.
A finales del siglo XVII y
principios del XVIII, las cazas de brujas eran constantes. Estamos en 1692, en
Inglaterra. Abigail Abercombie es encontrada en estado de shock, con
las manos y el vestido llenos de sangre. DeberĆa estar con otras muchachas, asĆ
que Gustave, Philliam, Leonard y RenƩ, entran en el edificio y horrorizados,
contemplan el estado en el que han quedado las chicas. Una gƔrgola ataca a
Gustave, quien creĆa en la inocencia de Abigail. Los demĆ”s la culpan de todo al
no presenciar el ataque.
Empieza la caza
Sarah Torelli es
una artista que quiere conocer gente con sus mismas inquietudes y cuyo amor por
el terror y lo fantƔstico, queda plasmado en sus obras. Destaca por un dibujo
muy proporcionado y especialmente delicado que destaca por su expresividad y el
uso de colores suaves; su punto dƩbil son los fondos y un uso excesivo del
color plano. A nivel narrativo se acerca mucho al manga, con escasez de viƱetas
y personajes que llenan la escena.
WAW se puede leer gratuitamente en
Weebtoons y, como la autora nos cuenta, aĆŗn no estĆ” entera
(constarĆ” de 3 volĆŗmenes que estĆ”n escritos pero no dibujados aĆŗn).
A caballo entre las oscuras
historias de Anne Rice y los cuentos de Edgar Allan Poe, esta obra nos adentra
en la realidad femenina de los siglos XVII y XVIII en el que las brujas estaban
mal vistas (y se tildaba de bruja a cualquiera que tuviera unas ideas un poco
revolucionarias…) y no todas las que lo eran, habĆan escogido serlo. En el caso
de nuestra protagonista se ve abocada a serlo y ademƔs jugarƔ un papel muy
importante dentro de esa jerarquĆa.
Como bien nos ha explicado
Torelli, no vamos a juzgar si habĆa brujas buenas y malas y quiĆ©n era quiĆ©n.
Vamos a ver cĆ³mo unen sus fuerzas para atacar al enemigo comĆŗn, una vez lo han
identificado.
Los primeros planos de los
personajes ayudan a introducirnos en sus sentimientos, expresiones, de manera
que llegan a formar parte de nosotros.
Abigail se casa con un cazador
de brujas, Alexander, del que toma su apellido; ella viene de una familia de brujas
poderosas y a pesar de que estĆ” destinada a ser la sucesora de quien rige la
comunidad de brujas, tan solo usa su poder para ayudar, especialmente a la
naturaleza. Al ser una obra inconclusa, no podemos juzgar como se desarrollarƔn
los acontecimientos, pero en el resumen que nos da la autora, la InquisiciĆ³n no
era el enemigo… y ahĆ lo dejo.
Os invito a descubrir una obra
que tal vez tildarĆa de feminista. No porque su protagonista sea una mujer,
porque consigue lo que pide el colectivo: que no importe el gƩnero para
realizar una tarea y que ninguno es mƔs que otro.
El mal estĆ” ahĆ y usarĆ” todas
sus armas para gobernar y hacerse fuerte, se llame SatĆ”n, BelcebĆŗ o cualquiera
de sus nombres; descendiĆ³ a los infiernos siendo despojado de toda gracia divina
aunque estĆ” dispuesto a volver. Y no como sĆŗbdito de nadie.
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