Diálogo imaginario entre productores de Batman Ninja:
— Tenemos que contar una historia de Batman estilo anime
—empieza el primero, a quien llamaremos A—. Tiene que ser característicamente
Batman pero también se tiene que notar la influencia del anime, que para eso la
Warner nos ha puesto un equipo puramente japonés.
— Tiene que haber samuráis entonces —responde su compañero,
a quien llamaremos B—. Para que sea más auténtico, vamos a ambientarlo en la
era feudal. Después de todo, ¿qué puede ser más característicamente japonés que
la era feudal?
— Pero Batman es un personaje moderno con un gran arsenal de
cacharros tecnológicos de última generación... Reinventar el personaje como un
samurai de la era feudal, ya sería pasarnos tres pueblos, ¿no?
— No hay problema, será el Batman de siempre pero haremos
que viaje al pasado. Y para que no parezca metido con calzador, nos sacamos de
la manga que hay un antiguo clan ninja seguidor de una profecía relacionado con
el propio Batman. Et voilà! Aunque entonces no queda claro qué hacemos con el
resto de personajes...
— Que viajen al pasado también. To quisqui. Que no se quede
ni el Alfred.
— ¿Y qué Robin usamos? ¿Qué villano será el némesis de
turno?
— To quisqui he dicho —dijo A, más ancho que largo—. Que ya
que tenemos a bordo al creador de Afro Samurai, Takashi Okazaki, hay que
aprovecharlo al máximo para que haga un rediseño molón de todos los personajes.
Es más, metamos también al Gorila Grodd aunque venga de Flash. Siempre hay
espacio para un gorila parlanchín.
— Ok, ya tenemos cubierto el expediente con la mayor parte
de los tópicos existentes en animación japonesa sobre combates de ninjas y
samuráis en la era feudal. Lástima no poder meter mechas.
— ¿Cómo que no? —interrumpe A —. Por mis santos cojones
vamos a tener mechas. Serán gigantes, como castillos. ¡Espera, lo tengo!
¡Castillos que se transformarán en mechas!
— ¡Y los mechas a su vez se juntarán entre sí! —exclama B
lleno de júbilo.
— ¿Y quién lo va a dirigir?
— Tenemos reclutado al Junpei Mizusaki, que, de estar
involucrado en la producción de JoJo’s bizarre adventure ya tiene experiencia
suficiente con cosas rarunas y eso nos viene bien, que aquí estamos muy locos.
Hablando de gente que está como una cabra, ¿has visto Pop Team Epic? Del
estudio Kamikaze Douga. Canela fina, sí señor.
— Están muy mal de lo suyo pero hay que admitir que con el
apartado visual se las traen. A la audiencia le vamos a quitar el hipo, sin
duda. Que se noten los mejores avances en animación digital, pero no olvidemos
dar toques de ilustración estilo ukiyo-e. Será hermoso, ya te lo digo. Y en
medio, cambio total de animación con una escena extraordinaria dirigida por
Takuji Miyamoto, aquel chaval obsesionado con el estilo del gran Shinya Ohira.
Qué grande.
— Pero vamos a tener que contratar a un par de guionistas
adicionales para la versión occidental, que con todo este sin sentido, una vez
la animación esté hecha, van a tener que inventarse otra vez casi todos los
diálogos.
— Pero qué me estás contando. ¿Que acaso no ha sido
suficiente con las 6 páginas de garabatos de diálogo que les hemos dado?
— Angelicos. Estos americanos se creían que había guión y
todo. Como si no fuera bastante hacer que todo este batiburrillo glorificado
encaje en un largometraje de hora y media.
— ¿Guión? ¿Y eso qué es? — Remató B, mientras marchaban
alegremente, pasando por un gran arco de triunfo montado en la sala a propósito
para aquella ocasión.
Ficha Técnica
Nombre Original: Ninja Battoman
Director: Junpei Mizusaki
Estudio: Kamikaze Douga
Año: 2018
Género: Fantasía/Acción
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