Dos samuráis que en el pasado fueron amigos (más bien compañeros) se vuelven a ver las caras por distintos hechos; ambos protagonistas, Himura en el manga y Kichiro en este cómic, tienen una procedencia que los hace distintos.
Kichiro es encontrado por Isamu, que lo adopta y le enseña todas las artes de un samurái. Pero nunca podrá aspirar más que a ser un guerrero, pues el código no permite a los estrangeros ingresar en tal orden.
Tras el genpuku, el shogun anuncia el compromiso de su hija Mitsuko con el hijo de Isamu, Orochi; él representa todo lo que a Kichiro le hubiera gustado ser.
Isamu muere a manos de una vampiro llamado Cuervo que se da a la fuga y Orochi encuentra a Kichiro junto al cuerpo, creyendo que ha sido él quien lo ha asesinado. Nadie cree en su palabra y el shogun está en peligro...
Top Cow es la editorial donde se ha gestado la mayor parte de la carrera como guionista de Rob Levin. Con títulos como Witchblade (2006), Darkness (2009) o Netherworld (2011), vemos un patrón en sus historias: siempre casa al "típico" personaje principal (Sara Pezzini y el artefacto, Jackie como portador de superpoderes, Ray y la profecía o nuestro Kichiro, aspirante a samurái a pesar de las incongruencias) con heroicidades impropias y tintes sobrenaturales. Sus obras normalmente están ilustradas por artistas digitales como Stjepan Šejić o Jessada Sutthi.
Sutthi es el encargado de dar vida a vampiros, samuráis y todo lo que se os pase por la cabeza. Conocido principalmente por su implicación en la industria del videojuego como art director, así como de juegos de cartas, su dominio del arte digital queda patente en las portadas que ha realizado para varias obras. Legend Of Cryptids deja una huella que vemos en Bushido: La Senda del Guerrero: arte conceptual con un uso del color espectacular. Mucha expresividad y una narrativa que no siempre funciona bien, ya que algunas secuencias adolecen de ritmo; su arte funciona bárbaramente para las portadas, pero la coreografía de la lucha pierde fuelle.
Lealtad, honor, respeto, honestidad, bondad, justicia y valor son las bases del Bushido. Arte milenario de los samuráis que está vetado a los gaijin (extrangeros), pero que desde occidente nos empeñamos en buscar algún caso en el que alguno haya logrado tal honor. En la película El último samurái un Tom Cruise más que juzgable hacía los "honores".
En el caso de la obra que nos ocupa, la procedencia de Kichiro no queda clara, pero no es japonés (aunque los rasgos, estatura y demás no ayuden a diferenciarlo) y su padre adoptivo lo entrena como a su otro vástago, aún sabiendo que sólo puede aspirar a ser un gran guerrero; las circunstancias hacen que termine siendo reconocido como un verdadero samurái, incluso por su hermano Orochi, el cual se pasa momentáneamente al bando traidor (la llamada del poder convence al más pintado) y finalmente por el mismo shogun.
Vuelvo a incidir en el espectacular dibujo de Sutthi, cuando no son viñetas de acción y en lo entretenido de la historia: samuráis contra vampiros y obviamente, tiene que haber un topo en el bando de los buenos; sangre, venganza y una lucha de poder a los que ya estamos más que acostumbrados, especialmente cuando los astros se alinean para allanar el camino.
Una obra con tanto potencial, debería permitir un mayor desarrollo de los personajes, ya que algunos están metidos con calzador.
Atención al final, abierto para un posible spin off.
Cinco tomos forman la edición de Top Cow que la editorial Babylon ha recopilado en este integral en el que ha añadido extras en forma de ilustraciones y palabras de ambos autores.
Totalmente recomendable si os gusta la historia que tuvo lugar durante el Período Edo, salpicada con elementos de fantasía terrorífica.
Ficha Técnica:
Título Original: Bushido The Way Of The Warrior
Autor: Rob Levin/ Jessada Sutthi
Género: Histórico, fantasía
Nº Tomos: 1 (integral)
Año edición: 2001 (USA), 2017 (España)
Editorial: Ediciones Babylon
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