Como ya es tradición, desde Koukyou Zen hemos vuelto asistir al evento más esperado del año por todos los amantes del manga/anime de Alicante: El VII Salón del Manga. Este año se han superado todos los récords de asistencia dejando claro que el evento no hace más que mirar hacia arriba sin saber cual va a ser el límite, aunque por el camino también se han perdido algunas cosas "frikis" que eran características del salón en detrimento de su “globalización”, donde cada vez el marketing y el merchandising cobra mayor presencia e importancia, enfocándose mucho a la cultura oriental japonesa y al mundo del cómic americano. No es algo malo ni muchísimo menos, simplemente las cosas cambian y evolucionan.

Este año volvió a utilizarse el mismo pabellón del año pasado, demostrando definitivamente que el cambio fue una elección acertada ya que pese a la cantidad de gente que había (sobre todo el sábado), se notaba todo mucho más espaciado y hubieron menos agobios que otros años. Así pues en el pabellón 2 se concentraron los stands de merchandising y editoriales, los escenarios, la zona de videojuegos, exposiciones y zonas de comida. En el otro pabellón pusieron la zona de juegos de mesa, muy amplia y espaciosa, y los stands de los autores, aparte de una zona de buffet libre que fue donde un servidor comió.

Como indicaba más arriba, el salón ha sido todo un éxito. Se ha registrado este año récord de asistentes, superando las 25.000 personas durante todo el fin de semana. El día más multitudinario fue sin duda el sábado, pero la asistencia del domingo también fue muy notable, ya que hubo un buen reparto de las actividades consiguiendo que nadie se aburriera durante los dos días. Así pues pudimos disfrutar de actividades clásicas como los concursos de cosplay, torneos de videojuegos, numerosas charlas, talleres y conferencias sobre manga/anime, cultura japonesa o incluso sobre el mundo del doblaje -entre muchas otras-, exhibiciones de artes marciales como Aikido o Kenbudo en la zona del tatami, karaoke libre, juegos de rol y de mesa, etc. En total más de 90 expositores diferentes sobre multitud de temáticas relacionadas con el arte, filosofía y la cultura oriental. Y también tuvimos el que sin duda fue el gran momento del fin de semana: el concierto del grupo de música japonés invitado este año, KAO-S. Todo un extenso plantel de actividades a nuestro servicio para estar entretenidos durante horas todo el fin de semana.

Y por supuesto no podemos olvidar una de las cosas más importantes de este certamen: el merchandising. Un año más tuvimos todo tipo de stands de numerosas tiendas y marcas del sector, y la verdad es que la variedad de artículos disponibles es abrumadora. Aunque por supuesto debes tener unos buenos ahorros si quieres adquirirlos, pues los precios siguen siendo prohibitivos en la mayoría de los casos y cada vez es más raro encontrar ofertas que te hagan plantearte desembolsar tu dinero. Es cierto que si buscas bien algo encuentras, pero casi todo está al mismo precio que en las tiendas oficiales, por lo que no hay prácticamente nada que te incite a comprar en ese mismo momento. Me temo que grandes ofertas que se veían en los primeros certámenes ya no se volverán a ver.

En definitiva, un año más (y ya van siete) hemos podido disfrutar de un fin de semana especial para los amantes del manga/anime, una cita que siempre se espera con muchas ganas y que cada vez más congrega a más gente que no es seguidora de la temática, pero que disfruta con las diferentes actividades que se organizan. Ver a diferentes generaciones de familias disfrazados de sus personajes favoritos y pasando un fin de semana disfrutando juntos no tiene precio, éste es sin duda el gran logro del Salón del manga, un salón que se encuentra más en forma que nunca y que no deja de recibir gente nueva. Numerosas encuestas señalan que no solo la misma gente está interesada en volver al año que viene, sino que lo recomendarían a sus familiares y amigos para que lo conozcan. Pese a que van pasando los años y nos vamos haciendo mayores, los gustos no cambian, y siempre es un placer sacar un rato libre el fin de semana para acercarse y volver reunirnos con los héroes de nuestra infancia. ¡Larga vida al Salón del manga!
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