Cuenta una leyenda urbana que existe un pueblo oculto llamado Nanaki que no estĆ” registrado en ningĆŗn mapa y en donde se les ha perdido la pista a todos los que han logrado entrar. Muchos creen que en realidad dicho pueblo permite a sus visitantes dejar atrĆ”s su pasado e iniciar una nueva vida, motivo por el cual mĆ”s de uno se ha aventurado en su bĆŗsqueda con irregulares resultados. Nuestra historia comienza con un grupo de inadaptados (30, para ser exactos) de diversos orĆ­genes que decide responder a un anuncio en Internet que afirma haber encontrado la localizaciĆ³n de dicho pueblo. Ni cortos ni perezosos, estas pobres almas, que estĆ”n hasta el morro de la sociedad que les rodea, deciden huir de su realidad embarcĆ”ndose en un viaje hacia su soƱada utopĆ­a. Naturalmente, si las cosas hubieran salido a pedir de boca, este habrĆ­a sido el fin de la historia y nos estarĆ­amos quedando sin reseƱa. La experiencia nos indica que cuando hablamos de utopĆ­as, la cosa mĆ”s que sueƱo termina siendo una pesadilla. Ni siquiera la ficciĆ³n nos pone fĆ”cil aquello de las nuevas sociedades, el borrĆ³n y cuenta nueva, que haya paz y despuĆ©s gloria. Pues no.

La cruda realidad es que hay un ente sobrenatural en este pueblo que utiliza los traumas psicolĆ³gicos de sus visitantes para para crear monstruos que sĆ³lo pueden ver de forma individual segĆŗn el trauma y a los cuales cada uno debe enfrentarse en una especie de terapia de choque colectiva si desean poder superarlos. Los mĆ”s cinĆ©filos pensarĆ”n automĆ”ticamente en Solaris (la de Tarkovski, por favor) o en la novela de Stanislaw Lem en la que estĆ” basada como la referencia mĆ”s obvia. Al menos, fue esta premisa la que me llevĆ³ a interesarme en la serie, esperando un psicodrama con tintes de horror y misterio donde se encuentran varios de los elementos de rigor: personajes desequilibrados en un pueblo fantasma donde son atacados por criaturas sobrenaturales y sobre los cuales sobreviene un ataque de histeria colectiva fruto del aislamiento y la paranoia cuando uno de ellos desaparece misteriosamente. 




Prometedor. ¿No? Y aunque la intenciĆ³n de los guionistas seguramente haya sido esa, lo cierto es que voy a terminar recomendando este tĆ­tulo no por lo que aparentaba ser sino por la cantidad desmesurada de humor involuntario gracias a las enormes dosis de absurdidez que plaga la historia. Queridos lectores, no os sintĆ”is defraudados, disfrutad de la diversiĆ³n sin sentido y no digĆ”is que no os lo advertĆ­. Por poner un par de ejemplos: Uno de los personajes va vestido con estĆ©tica de rapero negro y al mĆ”s puro estilo de los clichĆ©s de pelĆ­culas de horror americanas -aĆŗn estoy por decidir si esto fue accidental o fue una clamorosa broma de los guionistas-, es el primero en palmarla (aparentemente); otro de ellos es una loca que no para de decir a diestra y siniestra que ejecuten a fulanito o a menganito. 

A pesar de todo, la historia introduce una serie de ideas muy interesantes que invitan a la reflexiĆ³n sobre la naturaleza de la psique humana, las variadas formas en que cada individuo puede lidiar con sus propios demonios emocionales y las terribles consecuencias de una excesiva presiĆ³n social. Puede entenderse como una parĆ”bola en la que el escapismo como vĆ­a rĆ”pida de resoluciĆ³n de problemas sĆ³lo retrasa lo inevitable, que los problemas te van a seguir persiguiendo vayas a donde vayas y que los conflictos no resueltos pueden terminar adoptando proporciones monstruosas en la medida que nos negamos a enfrentarnos a ellos. De la misma forma, los vicios sociales que nos azotan no dejarĆ”n de existir por cambiar de localizaciĆ³n y por lo tanto, un intento de nueva sociedad sin entender esto sĆ³lo lograrĆ” reproducir los mismos patrones tĆ³xicos dejados atrĆ”s. La lĆ”stima es que todas estas ideas han terminado siendo desarrolladas con la profundidad de una inmersiĆ³n en snorkel en una piscina infantil. 

Ficha TĆ©cnica


Nombre Original: Mayoiga

Director: Tsutomu Mizushima

Estudio: DiomedƩa

AƱo: 2016

GĆ©nero: Seinen, misterio