Cualquiera dirĆa que el manga que se llevĆ³ el Kodansha Manga Award del aƱo 1993 y el Seiun Award por mejor manga del aƱo en 1996 no tardarĆa gran cosa en tener su adaptaciĆ³n al anime y posiblemente a la gran pantalla como suele hacerse con aquellos tĆtulos que destacan sobre el resto. Estos honores corresponden a Parasyte de Hitoshi Iwaaki, serializado originalmente en 1990. Pues no. Ni cinco, ni diez, ni quince aƱos. Los fans de dicho tĆtulo han tenido que esperar mĆ”s de 20 aƱos para ver finalmente una versiĆ³n animada. PrĆ³ximamente ademĆ”s, tendrĆ” lugar su salto a la gran pantalla. Pero quedĆ©monos en el anime, que es de lo que venimos a hablar hoy, aprovechando que se trata de uno de los estrenos destacados de este otoƱo en la televisiĆ³n nipona.
Parasyte pertenece a ese gĆ©nero de hĆ©roes accidentales que de una forma u otra y muy a su pesar, terminan cumpliendo su cometido, generalmente en algĆŗn punto comprendido entre salvar al mundo o salvar a sus seres queridos. Pero es su particular sentido del humor (negro, negrĆsimo) lo que le salva del montonazo de hĆ©roes trĆ”gicos que son producto de variopintas e inverosĆmiles circunstancias. La premisa es la siguiente: La tierra es atacada por una invasiĆ³n alienĆgena consistente en la infiltraciĆ³n aleatoria de individuos de la especie humana, gracias a diminutas criaturas que se introducen en el cuerpo a travĆ©s del cerebro, convirtiendo a sus huĆ©spedes en canĆbales con habilidades fĆsicas aumentadas y capacidad de transformaciĆ³n. De allĆ el tĆtulo de la serie.
El protagonista y su "invitado" |
Shinichi es un joven estudiante de 17 aƱos y una de las personas que ha tenido la ‘suerte’ de toparse con uno de dichos aliens, con la peculiaridad de que en este caso la apropiaciĆ³n se ha llevĆ³ a cabo de forma mĆ”s bien accidentada. Resultado: su cerebro se encuentra intacto y tan humano como de costumbre. No asĆ su mano derecha, a la cual ha quedado relegada la criatura y desde donde toma el control todas las veces que puede y sin pedir permiso a su sufrido anfitriĆ³n, con resultados que abarcan todo el espectro entre lo cĆ³mico, lo ridĆculo, lo grotesco y lo heroico. A partir de ese momento, la relaciĆ³n que tenĆa que ser parasitaria resulta ser ser en su lugar simbiĆ³tica. Ambos se necesitan el uno al otro para sobrevivir y el protagonista, habiendo entrado en contacto con el alien pero manteniendo su persona intacta, no tarda en ser visto como una amenaza por los otros parĆ”sitos y por lo tanto, un objetivo a eliminar.
Migi, como se hace llamar la mano (literalmente, ‘derecha’ å³ en japonĆ©s), es un individuo que aprende rĆ”pidamente sobre la sociedad humana a base de devorar todos los libros que encuentra. Su forma habitual cuando nadie mĆ”s que Shinichi puede vele es la de un pequeƱo cĆclope con una boca muy pronunciada. Ostenta un comportamiento extremadamente lĆ³gico y carente de empatĆa alguna, hasta el punto de no dudar en matar a otros de su misma especie con tal de asegurar su propia supervivencia. Parte del humor de la historia deriva del choque constante de personalidad entre Shinichi y Migi y la perpetua frustraciĆ³n de este Ćŗltimo ante las incomprensibles emociones humanas y los dilemas Ć©ticos a los que se ve sometido el joven protagonista, los cuales escapan a la frĆa lĆ³gica del alien. Ello se suma al desconocimiento de determinadas convenciones sociales por parte de "la mano", que hacen que el chico se meta en apuros mientras intenta esconderla. A la vez que combaten la amenaza que se cierne sobre la raza humana, se ven obligados a soportarse y aprender el uno del otro. La comicidad de las primeras interacciones va dejando paso poco a poco a un tono mĆ”s oscuro a medida que avanza la trama.
En cuanto al apartado animado, la serie es relativamente fiel al original. La calidad de la animaciĆ³n es la que cabe esperar de un estudio como Madhouse, con un listĆ³n suficientemente alto para todas sus producciones (aunque la banda sonora no es nada del otro jueves, temas tĆpicamente j-pop y j-rock que no desentonan pero tampoco destacan). Hay algunas modificaciones estĆ©ticas que obedecen a la necesidad de actualizar su aspecto al aƱo 2014 y afectan sobre todo a los personajes femeninos, ya que la historia se encuentra ambientada en la Ć©poca contemporĆ”nea. La prĆ”ctica totalidad de las escenas (al menos en lo concerniente a los primeros 9 episodios para el momento de la publicaciĆ³n de estas lĆneas) son clavadas del manga.
No te dejes las gafas, no sea que espantes a las abuelas |
Un gran pero, eso sĆ: resulta ligeramente chocante que el protagonista en su versiĆ³n animada lleve gafas, como artefacto indicador de aquel que es buen estudiante, buen hijo, buen vecino y buen chaval en tĆ©rminos generales. MĆ”s clichĆ© imposible. El original no las llevaba y no por ello era menos convincente a la hora de representar a un buen chico con las tribulaciones habituales encontradas en cualquier adolescente que de un dĆa para otro se pueda encontrar la mano invadida, la vida en peligro y sin poder decir nada a la familia ni la novia. En fin. No sigo con la perorata. Id a verlo vosotros mismos, que estĆ” caliente reciĆ©n salido del horno.
Ficha TĆ©cnica
Nombre Original: Parasyte -the maxim- (åÆēē£ ć»ć¤ć®ę ¼ē KiseijÅ« Sei no Kakuritsu
Director: Kenichi Shimizu
Estudio: Madhouse
AƱo: 2014
GĆ©nero: Ciencia ficciĆ³n, sobrenatural, comedia
CategorĆa: Seinen
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