Mechas con una vuelta de tuerca
No es raro ver en diversos tĆ­tulos de anime que sus autores planteen analogĆ­as relativas a la actualidad del momento o se inspiren en eventos histĆ³ricos, con mayor o menor sutileza. Sin embargo, Gasaraki hace una propuesta casi Ćŗnica en su gĆ©nero: su tratamiento de la geopolĆ­tica se inspira directamente en las operaciones militares de los Estados Unidos en Irak durante los 90s, llegando hasta el punto de crear una naciĆ³n ficticia llamada BelgistĆ”n, que casualmente tambiĆ©n se encuentra en oriente medio. Los paralelismos no se detienen ahĆ­: las abundantes imĆ”genes de telediarios explicando el conflicto bĆ©lico sirven de hilo conductor a la vez que refuerzan la bĆŗsqueda de realismo. En este caso, cualquier parecido con la realidad no es fruto de la coincidencia.

AsĆ­, Gasaraki es una serie ambiciosa que podrĆ­a entrar dentro de la categorĆ­a de Mechas, aunque decir que va de mechas serĆ­a faltar a la verdad. A la estela de Evangelion y el tratamiento psicolĆ³gico de sus personajes, esta serie se sitĆŗa en un futuro cercano donde los artilugios mecĆ”nicos y la intriga internacional sirve de telĆ³n de fondo a una historia que combina de manera efectiva la tecnologĆ­a con la cultura tradicional japonesa y los fenĆ³menos sobrenaturales.



UniĆ³n espiritual mĆ”s allĆ” de las mĆ”quinas
Desde un primer momento, queda claro que los dos protagonistas, Yushiro y Miharu, comparten un vĆ­nculo especial e inexplicable para quienes les rodean. La progresiĆ³n de la historia muestra eventualmente que su relaciĆ³n espiritual se origina en eventos pasados en otra Ć©poca y en otras vidas. Ambos pertenecen a facciones opuestas enzarzadas dentro de un conflicto bĆ©lico internacional, en medio de una carrera armamentĆ­stica por el desarrollo de tanques bĆ­pedos de asalto. Y de manera mĆ”s secreta, tambiĆ©n son conejillos de indias en una serie de experimentos que ponen a prueba sus capacidades sobrenaturales. Su encuentro marca el punto de inicio de un viaje a la bĆŗsqueda de sĆ­ mismos, quiĆ©nes son realmente y cuĆ”l es el significado de su relaciĆ³n con las criaturas mecĆ”nicas que sĆ³lo ellos pueden pilotar.

Ello supone rebelarse contra las funciones que sus respectivas organizaciones han impuesto sobre ellos. Lo cual es particularmente relevante dado que una de ellas es la familia del propio Yushiro. Una poderosa familia dedicada al desarrollo de armas y con gran influencia polĆ­tica en diversos niveles de todo JapĆ³n. Sus interacciones son una interesante muestra de las relaciones de poder y corrupciĆ³n japonesas, asĆ­ como de la fuerte jerarquĆ­a existente en una estructura corporativa/familiar tradicional.


Sin embargo, el desarrollo de los protagonistas da la sensaciĆ³n de que no ha dado de sĆ­ todo lo que se podĆ­a. El Ć”nimo de crear una historia rica en vĆ©rtices y de estructura compleja, con gran realismo geopolĆ­tico y cierto mimo a los personajes secundarios, hace que por instantes, los protagonistas sepan a poco. No son pocos los momentos en que la intriga econĆ³mica y polĆ­tica supera en interĆ©s a la historia personal de la pareja. Tampoco le ayudan las odiosas comparaciones con Evangelion (a pesar de que las similitudes empiezan y terminan con el hecho de tener un joven piloto al mando de una criatura biomecĆ”nica) ni un final que parece encarnar todas las cualidades de un autĆ©ntico deus ex machina. Con todo, es un tĆ­tulo que vale la pena sĆ³lo por el hecho de que desde entonces no se ha vuelto a ver algo que se tome en serio el crear un argumento polĆ­ticamente verosĆ­mil.


Ficha TĆ©cnica

Nombre Original: ć‚¬ć‚µćƒ©ć‚­Gasaraki
Director: Ryōsuke Takahashi
Estudio: Sunrise
AƱo: 1998
GĆ©nero: Mecha, Drama, Militar, Sobrenatural
CategorĆ­a: shonen