Leyendo el blog de Joan Navarro, editor de EDT, he podido observar las estadísticas y varios comentarios acerca de un informe de ventas por parte de SD distribuciones a todas las editoriales que distribuye, lo que me ha hecho pensar si vender cómic para una editorial es igual de rentable o menor que antes de que empezara la crisis.

Primero de todo, me resulta interesante poder contrastar la opinión de un editor y ver los datos de un distribuidor, sobre todo porque yo me encuentro en el otro lado, en el final de la cadena, soy la que acaba vendiendo ese cómic, ese manga o esa figurita al cliente y por lo tanto sé en primera persona el volumen de ventas que puede producirse en la tienda en la que trabajo con respecto a años anteriores, por lo cual considero interesante al menos como punto de vista diferente a otros miembros importantes de la industria del cómic.


Pero antes de empezar a comentar los puntos de los que me gustaría hablar de SD Distribuciones, ese gigante que es también conocido popularmente por nosotros como DIRAC. En varias ocasiones la gente puede preguntarse qué pinta el distribuidor en todo esto, pues realmente es el paso más importante, es el intermediario real entre las tiendas y las editoriales, es quien conserva el fondo para enviarlo y redirigirlo a todos los puntos de venta concretados y es quien recibe en primera instancia esas famosas devoluciones de las que hablaremos luego. ¿Por qué es importante el control del distribuidor? Se supone que tiene que velar por los intereses de la editorial delante de todas las tiendas, tanto de abastecimiento como de visibilidad, como de otros tantos factores que dependen de cada librería (que cada una es un mundo y tienen tratos diferentes y preferenciales, esto es así ahora y siempre).
SD es la distribuidora especializada en cómic más grande de España en la actualidad y en estos momentos está distribuyendo a un gran número de editoriales tales como la propia EDT (con novela gráfica, europeo y manga especialmente), Panini (manga y cómic americano), Ivrea (manga especialmente), Astiberri (novela gráfica) entre las más importantes que recuerdo, aunque también distribuye a nivel Jonu Media o Selecta Visión, además de ampliar su negocio recientemente a las figuritas de las cuales no hablaré en este artículo.

Y bien, siendo prácticamente depositaria de las grandes editoriales del cómic en España (exceptuando a Norma, que se autodistribuye, Planeta que apuesta por una filial de Logista, o Sins Entido que tiene a Machado para Madrid y Les Punxes para el resto del España, junto con otras editoriales como Fulgencio Pimentel o Dibbuks con UDL) su visión de mercado es bastante amplia.

Si bien yo no dispongo de los datos que la distribuidora presentó a las editoriales, podemos poner en conocimiento de todos los datos otorgados por Joan Navarro en su blog. Según sus propias entradas, el número de novedades presentadas con respecto al 2011 con 1597 es de 1619 novedades, y eso que no cuenta con las de Norma Editorial que ha optado en su política con presentar un amplio catálogo con tiradas pequeñas al contrario de Planeta, que opta por reforzar sus líneas clásicas e innovar poco. Un dato interesante es que la venta total de tebeos ha aumentado un 10% con respecto al 2011 y que el cómic americano ha superado ya el 50% de las ventas, con un 51, 8% de las ventas. Por lo que respecta al manga, las ventas habrían bajado tres puntos siendo el 28,82% de su mercado total, mientras que la producción española y europea se mantiene estable con respecto al año anterior, en una cuota del 20% de su mercado. Y ya por último dato , la venta de fondo editorial, es decir, todos aquellos cómics que no son novedades, con varios años o simplemente, clásicos, han bajado 5 puntos con respecto al año anterior.

Aquí me gustaría también apoyarme en los datos que Marc Bernabé puso en su blog hace ya varios meses con respecto al mercado del manga:

Esta imagen pertenece a Marc Bernabé. www.mangaland.es

Este es el pastel de mangas publicados el 2012 por las editoriales españolas. Qué decir que semejante panorama va a cambiar este año casi única y exclusivamente por el destrozo que ha causado Shueisha a la editorial EDT. Si hay una tríada que se ha vendido durante este año y que siempre se vende aunque sea de fondo es Naruto, Bleach y One Piece. Las dos primeras eran de EDT y la tercera, de Planeta. El buen trabajo que EDT hacía con las dos primeras (no hablemos del cambio de papel), publicándolas de forma bimensual, lo que conseguían era mantener el mercado de ventas mes tras mes. Si no publicabas Naruto, tenías Bleach, y aunque la palma se la lleva el ninja y el shinigami ha perdido fuelle, era la estabilidad con lo que los libreros contábamos para venderlo, porque todos los meses sabías que ibas a vender manga.

Ahora mismo nos encontramos con un mercado convulso porque la gente no tiene ni idea de cuándo va a salir el siguiente tomo de Naruto, qué diantres va a pasar con Bleach o dónde narices están los tomos 12 y 13 de Death Note que llevan agotados en editorial siglos (Death Note ha pasado a ser de Norma Editorial y lo que nos está llegando vía SD son los restos editoriales de EDT, por lo cual, muchos de sus mangas tienen números agotados que no se reimprimirán hasta que las editoriales que lo hayan comprado, lo reediten).

¿Qué ha pasado este año 2012? que pasado el boom del manga en el cual te sacaban hasta la mierda más grande y te la publicaban y la crisis galopante que azota este país hace que las editoriales entren en una resaca del copón, con unos históricos que para qué quieres más (fenómeno Naruto) y que se arrastran y cuestan remontar en las siguientes previsiones. Si el manga no ha pinchado más es gracias a que el shueishazo (tomo la palabra de Marc Bernabé con el mayor de los respetos) no pasó hasta septiembre, vamos, entrando al último trimestre, ya con las novedades del salón del manga preparadas la mayoría y sin vuelta atrás algunas, lo cual creó un balance un tanto más positivo que el que se espera este año. Porque este año, con todo lo que económicamente está pasando y con el ritmo que llevan las editoriales con las series potentes, las ventas han disminuido de momento entre un 3% y un 10%, dependiendo de las semanas, sólo igualándose en momentos de lanzamientos importantes.

Hubo una vez que leí en el blog de Joan Navarro que prefería tener series medias que se fueran vendiendo como Kenshin, que tener grandes hits como Naruto. Bien, desde el punto de vista del librero, lo importante es tener algo interesante que vender, algo que conecte con las personas, y si bien EDT lo ha encontrado en este momento con Shintaro Kago, no se puede vivir eternamente de reediciones, así que tal y como ha quedado de maltrecha la editorial a nivel manga (a nivel europeo y novela gráfica siguen presentado curiosas propuestas), más vale que anden con pies de plomo con lo que editan, porque servidora opina que depende el buen nombre de la editorial en ello y la confianza de los consumidores.

Si bien de Planeta no podría hablar con efusividad porque a nivel de novedades lo único que ha llegado potente es Toriko y no está teniendo ni de lejos el éxito que se esperaba (se le comparaba con Naruto o One PIece), habrá que darle tiempo a que lo consiga, no se puede vivir eternamente de reediciones de Dragon Ball, que sí, siempre se venderán, pero en estos momentos el pastel del manga se lo están llevando Norma Editorial e Ivrea, las únicas editoriales que, junto a una tímida Panini, van apostando por títulos nuevos como el Blood Lad que he tenido esta mañana justo en mis manos o el número dos de Code Geass o Deadman Wonderland. Pero parafraseando al señor Navarro, son series medias que si bien sí venden (Blue Exorcist y Pandora Hearts fueron unos top ventas el año pasado), no son Bleachs ni Narutos.

La única pena es que el gran damnificado de este juego sea el shôjo, como ya he visto lamentarse a las compañeras de pro shôjo, ya que apenas editoriales quieren apostar por este género, que bien mimado y cuidado da muchos y buenos resultados.

Y ya, por último me gustaría hablar del fondo editorial y de las devoluciones. No se vende porque la gente no tiene dinero, prefiere descargárselo de internet porque las ediciones son muy caras y muy pocas personas quieren comprarse los tomos. Tengo series clásicas completas muertas de la risa en la estantería y que nadie quiere llevarse, especialmente de shônen, a diferencia del shôjo, que por extraño que parezca a nivel de fondo se mueve más (¿Será por qué no hay otra cosa?). Y qué pasa si nadie compra esos mangas, qué se devuelven, evidentemente, a nivel de cada librería con sus propios acuerdos.

Lo del fondo editorial es algo que particularmente creo que está fallando, no a nivel de las librerías pequeñas, sino de las grandes que ya no gastan su dinero en ese fondo que antes cuidaban un poco más, sino que lo destinan a otro tipo de libros de otros departamentos que nada tienen que ver con el cómic. Y es que se puede ganar mucho más con 50 sombras de grey que con Shintaro Kago haciendo que las chavalas se coman sus propias heces. Una lástima.