Sobre la ya casi leyenda del famoso “Jack el destripador” han corrido ríos de tinta y han corrido, si es que acaso se puede decir así, metros de cinta para sus diferentes adaptaciones. Aquí podríamos decir que, en este caso, han corrido los ríos de grafito (ya sabéis, la mina del lápiz está hecha de este material), para la adaptación de este misterioso suceso en el mundo del cómic. Empezamos pues el año con una de las mejores novelas gráficas escritas por Alan Moore, del que ya hablamos en un pasado artículo (“V de Vendetta”, Koukyou Zen nº7) y el cual volvemos a incluir en nuestras páginas acompañado de los dibujos de Eddie Campbell.

Desde el infierno

¿Quién no conoce el extraño caso de los asesinatos de Whitechapel durante el año 1888 a manos de un personaje al que se le bautizó como “Jack el destripador”? Así pues, este cómic de Alan Moore y de Eddie Campbell intenta hacernos llegar mediante esta historia una de las teorías de la que pudiera ser el asesino, aportando hechos y un poco de fantasía, para que negarlo, además de los motivos por los cuales se llevarían a cabo estos asesinatos.



“From Hell” es, además, un título bastante significativo para esta obra, ya que ese mismo título es el que se dio a una de las cartas que se cree que el asesino original escribió a la policía, ya que fueron muchas las que llegaron hasta George Lusk, el encargado de la seguridad del districto de Whitechapel donde se sucedieron estos asesinatos, y ésta es una de las pocas que se consideran como no falsificaciones.

Como algunos sabréis, los diferentes ataques de Jack el destripador se dieron a una serie de prostitutas del distrito de Whitechapel, de las cuales se desconoce el número exacto, puesto que ha sido imposible saber si esos asesinatos se deben atribuir a una persona o a varias, pero se ha llegado a un consenso de cinco víctimas “canónicas”, por llamarlas de alguna manera, a saber: Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly, que serían precisamente las víctimas en el cómic.

Seis fueron los principales sospechosos de este crimen y diversas sus motivaciones, por lo que se ha propiciado una literatura posterior que sigue dando sus frutos hasta en la actualidad, incluso cuando el tiempo no puede ya menguar la figura de este asesino en serie. Montague John Druitt sería uno de los sospechosos, el cual fue encontrado muerto en el Támesis poco después del asesinato de Mary Jane y del cual incluso la propia familia de Druitt sospechaba de su comportamiento. Michael Ostrog y James Kelly también fueron encontrados sospechosos, como James Maybrick, el cual incluso dio detalles de los asesinatos de las prostitutas.

Pero el que más nos interesa a nosotros por su relación con el argumento del cómic es la acusación a un miembro de la familia real británica, el príncipe Alberto Víctor Christian Eduardo, duque de Clarence, que tenía 28 años cuando sucedieron los asesinatos y que murió poco después en una clínica para enfermos mentales.

¿Por qué es entonces el príncipe Alberto importante para el argumento del cómic? Pues porque es éste quien acaba desembocando con sus actos la muerte de estas prostitutas, que serían las portadoras de un secreto que incumbía incluso a la familia real británica. ¿Queréis saber de qué se trata? Echadle un ojo al cómic, seguro que la teoría de Alan Moore sobre Jack el destripador os llega a casar perfectamente con lo que hayáis podido llegar a leer o ver sobre el asunto. De todas formas, encontraréis mucho más que un asesinato, encontraréis una reflexión profunda acerca de temas como la misoginia y teorías “mágicas” conspiranoicas e incluso masónica que harán las delicias a todos aquellos aficionados a este género reflexivo y un tanto tétrico bañado de sangre.

Larga vida a su majestad

Sin duda alguna lo que más llama de este cómic es el espléndido argumento del que hace gala, pero del cual no podría haber conseguido el ambiente que necesitaba si no fuera por los dibujos de Eddie Campbell. Si bien ya conocemos bastante bien la trayectoria de Alan Moore, Eddie Campbell es un autor escocés poco conocido y autor de obras como “Alec”; “Bacchus” (o “Deadface”); “The fate of the artist” o “The black diamond detective agency”, aunque su obra más reconocida es la que tenemos entre manos en este artículo.

“From hell” fue en un principio serializada en Taboo y se escogió a Campbell como dibujante por el estilo realista y la seriedad que podía otorgarle a las escenas más sangrientas de los asesinatos. El estilo que Campbell utiliza en la novela gráfica es oscuro y con trazos realistas, que va variando dependiendo de la intensidad de la trama: cuando presenta a Annie junto a Alice se nos muestra una construcción llena de dulzura, con trazos delicados, que contrasta enormemente con los trazos rápidos y oscuros, e incluso a veces mal realizados, para las escenas de muerte, que puede inducirnos a la sensación de la velocidad del suceso, de la zafiedad con el que está realizado, con el horror e incluso imprentando en nuestras inconscientes mentes el terror de la carnicería vivida por esas mujeres.

“From Hell” es una de las obras, fuera del universo Marvel, más reconocidas de Alan Moore y como tal también tuvo su propia adaptación al cine de mano de los hermanos Hughes, de los cuales se ha estrenado recientemente “El libro de Eli” (2010). Protagonizada por Johnny Depp y por Heather Graham, la adaptación varía sensiblemente en los detalles, aunque no en el argumento: el protagonista, el inspector Abberline, se nos presenta como un joven adicto al opio mientras que en la novela es un hombre de mediana edad casado; Mary Kelly no es la lesbiana promiscua de la novela y la relación que mantiene con el inspector no es tan profunda; y sobre todo, lo que más choca, es la poca importancia a la masonería y a lo sobrenatural que tanto enfoca la novela gráfica y que la película condensa y explica de forma rápida. Además, Moore dio mucha más profundidad psicológica al personaje de “Jack el destripador” de la que se le otorga en la película, que falla en pos del misterio de la figura del asesino, que se oculta en el film pero que en la novela es totalmente claro y no hay ningún tipo de voluntad de esconderlo, ya que no trata el “From hell” novelado de los asesinatos realmente, sino de los motivos que lo llevaron a cabo, las reacciones humanas y el estudio de la psicología de ese psicópata ya casi de leyenda.

Es sin duda alguna “From hell” una estupenda adquisición para vuestra biblioteca comiquera, si es que aún no lo habíais conocido, y sobre todo si os gusta el misterio o sois apasionados seguidores del estilo narrativo de Alan Moore, ya que, para desgracia de su dibujante, muy bien escogido para el ambiente de la obra, se ve ensombrecido por un guión sobrecogedor que hace de la novela una obra que debe catarse como el buen vino.