Original publicado en KZ#30
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Paranoia Agent, editado por Selecta VisiĆ³n para el mercado de habla espaƱola, es una serie de televisiĆ³n de 13 capĆ­tulos creada por los estudio Madhouse , producida por Satoshi Kon, en la cual confluyen una serie de historias ideadas por el maestro que en un principio no parecen tener ningĆŗn tipo de nexo en comĆŗn, pero que comparten todas el mismo tipo de hilo conductor.

Aparentemente a este anime se le supone una “paranoia” continua y desconcertante, pero realmente es el leitmotiv para presentar los males de la sociedad japonesa, criticĆ”ndolos, pero con un ejercicio sutil y bien plasmado que si bien no nos paramos a la reflexiĆ³n al ver esta obra, no reconoceremos.


Pero vayamos primero de todo a lo simple, lo sencillo, es decir, lo que parece ser el argumento. Un atacante en serie, llamado “el chico del bate” parece estar sembrando el pĆ”nico en Tokyo y sus vĆ­ctimas no parecen tener ningĆŗn tipo de relaciĆ³n las unas con las otras. AsĆ­ pues dos investigadores de la policĆ­a, Keichi Ikari, el jefe y Maniwa, su ayudante son los encargados de investigar el caso. Todo parece comenzar con el ataque a Tsukiko Sagi, una joven diseƱadora de Ć©xito, creadora del perro rosado Maromi. Es importante que tengamos en mente siempre a estos cuatro personajes porque podrĆ­amos decir que son los centrales de la historia. Los demĆ”s personajes irĆ”n desfilando por la historia aportando profundidad y de alguna forma u otra estĆ”n ligados a Tsukiko y a Maromi.


A simple vista “Paranoia Agent” parece una serie policiaca, pero no lo es ni de lejos. A Satoshi Kon, que lo conocemos por otras obras que tratamos en este nĆŗmero especial, sabemos que le gusta tocar temas variados en sus diversas pelĆ­culas, normalmente crĆ­ticas a la sociedad en la que vivĆ­a y que a nosotros nos resulta tan extraƱa. AquĆ­ nos presenta la culpa y la evasiĆ³n de la misma mediante el victimismo y para ello recurre a la amnesia disociativa o lo que viene a ser lo mismo, la fuga psicogĆ©nica. Este trastorno psicolĆ³gico se caracteriza por una fuerte pĆ©rdida de memoria provocada por un episodio de fuerte estrĆ©s mental y puede acarrear una pĆ©rdida global o parcial de la memoria.

Tenemos que tener en cuenta que el chico del bate no es mĆ”s que una figura creada por esas mentes que se encuentran bajo presiĆ³n, una forma de evasiĆ³n de la realidad con una pĆ©rdida de memoria prĆ”cticamente autoprovocada, aunque sea de forma inconsciente. La creadora original de esa especie de ficciĆ³n fue la propia Tsukiko y por ello la historia gira alrededor de ella y sĆ³lo ella puede ser la que consiga parar la espiral de destrucciĆ³n en la que el chico del bate se convierte fĆ­sicamente y llega a atacar a la ciudad. Personalmente creo que esta manifestaciĆ³n fĆ­sica de destrucciĆ³n y oscuridad no es mĆ”s que la crĆ­tica de que la evasiĆ³n de la culpa y el victimismo son un cĆ”ncer para toda la sociedad, que los arrastra y los destruye, engullĆ©ndoles.


Y es en esa destrucciĆ³n ocasionada por ese chico del bate cuando podemos ver las pautas del llamado “eterno retorno”. Cuando todo parece haber sido arrasado y habrĆ­a que volver al inicio de esa sociedad, vemos que Tokyo es reconstruida bajo los mismos patrones. Esto lo vemos en que la serie empieza con las mismas escenas que con las que termina. AsĆ­ pues, da igual que el mundo se extinguiera, que volverĆ­a a autocrearse. Este postulado ya era tratado por los estoicos en la AntigĆ¼edad, pero es recuperado por Nietzche en “AsĆ­ hablĆ³ Zaratustra”. Tomando la teorĆ­a del superhombre de Nietzche, podemos decir que el hombre se convertirĆ” en ese Ɯbermensch cuando deje de sentir miedo, es decir, y ligĆ”ndolo con la serie, sĆ³lo se rompe la maldiciĆ³n del chico del bate cuando Tsukiko admite su culpa a pesar del miedo que tenĆ­a de que su padre le riƱera. AsĆ­ pues, en el mismo final, dos puntos de vista completamente contrarios: la idea de la reiteraciĆ³n en una sociedad, atrapada en la rueda del tiempo, obligada a tener que repetir los mismos patrones y la posibilidad mediante el camino individual de llegar a esa utopĆ­a que es el superhombre.

TeorĆ­as filosĆ³ficas y psicolĆ³gicas a parte, la serie, tanto por su animaciĆ³n como por su banda sonora, es una nueva joya creada por Madhouse, el estudio referencia de Kon para sus obras. Si bien no alcanza la calidad que obtiene en sus pelĆ­culas, es una serie bien dibujada y ambientada, original a nivel de animaciĆ³n y amable y agradable de ver, con un opening y un ending totalmente cargados de simbolismo, al igual que la serie en general. Casi un imprescindible en vuestra filmoteca de anime.