Si no eres un hƩroe serƔ porque no quieres.
Este mes parasito en la secciĆ³n de rol con cierto nerviosismo y miedo de meter la pata. Sinceramente, soy un apasionado de todo aquello que rodea a la fantasĆa, por ende a los juegos de rol sobre Ć©sta, pero por determinadas razones no me considero un rolero de pro, bĆ”sicamente a penas me he zambullido en todo su esplendor en los juegos de rol. Pero sĆ que tuve mis primeras incursiones en ese fascinante mundo. AsĆ, puedo decir todo orgulloso y en voz alta que yo me desvirguĆ© con: HEROQUEST. A continuaciĆ³n no os hablarĆ© de las sin fin de versiones que salieron a la venta, de si tiene videojuego o con quĆ© material se fabricĆ³ el tablero. SĆ³lo hablarĆ© del juego que marcĆ³ mi infancia.
Heroquest es en base un juego de mesa de aventuras que se fusionaba con el juego de rol convencional, cargando con multitud de ventajas para principiantes y con mĆ”s de un defecto para los avanzados. Pero aĆŗn asĆ, si querĆas echar un rato divertido y nada que pudiera llevar horas, dĆas o meses, Heroquest era ideal.
La historia era oscura y muy sencilla: en un mundo dominado por las fuerzas del caos, el sabio Mentor reĆŗne a unos hĆ©roes para enfrentarse al Malvado Brujo y las fuerzas del Caos. Los hĆ©roes, evidentemente, eran los primeros 4 jugadores, siendo 1 el mĆnimo permitido. El Malvado Brujo harĆa el rol de “master” –el segundo jugador mĆnimo permitido-, controlando el tablero, las hordas de enemigos y orquestando el fin de los hĆ©roes. Pero el Malvado Brujo tenĆa a su vez ciertos lĆmites, asĆ pues debĆa regirse por el mapeado existente y no inventarse sobre la marcha dĆ³nde poner los enemigos, las trampas o ese zombi para sorberle los sesos al elfo gay. Y era asĆ como la subhistoria de la trama general podĆa ser cualquier cosa a la imaginaciĆ³n inocente del master: buscar un tesoro, rescatar una damisela en apuros, violar a la gĆ”rgola del torreĆ³n u ocuparse de la anorexia del brujo.
Los personajes heroicos a elegir entre los jugadores eran: el BĆ”rbaro, el Mago, el Enano y el Elfo –o como se mal tradujo: el Duende-. Cada uno con sus particularidades que se mostrarĆan en las Fichas de Personaje, y los cambios segĆŗn avanzare el juego. Contando con estos hĆ©roes, tendrĆamos 35 miniaturas fabricadas por Games Workshop –Warhammer-: 8 orcos, 6 goblins, 3 fimirs, 4 guerreros de Caos, 1 brujo de Caos, 1 gĆ”rgola, 4 esqueletos, 2 zombies y 2 momias; suficientes para que el Mago Malvado pudiera matar a tus personajes y orinar sobre ellos mientras se bebĆa cafĆ© con tres cucharaditas de azĆŗcar, y media de azĆŗcar moreno, y carcajear malĆ©volamente. TambiĆ©n contarĆamos con mobiliario, puertas cerradas y abiertas que decorarĆan la sosa mazmorra que ni la revista de Nuevo Estilo mejorarĆa, fichas extras (trampas, piedras que obstruĆan el paso, pasadizos ocultos descubiertos…), mazos de cartas con caracterĆsticas de los enemigos, tesoros, hechizos… seis dados: cuatro de combate de seis caras y dos tradicionales de seis caras; y, como no, el tablero que emulaba el mapeado de una mazmorra donde ocurrirĆa todas las aventuras, sin que tenga que ser toda ella hĆ”bil para el juego.
El master, como Malvado Brujo, debĆa de comunicar la misiĆ³n al resto de jugadores para que diera comienzo la partida teniendo en cuenta el mapa del reto a realizar y encargĆ”ndose de montar las habitaciones segĆŗn las vayan descubriendo. Establecido un orden de tirada, los jugadores debĆan avanzar por el tablero gracias a los dados convencionales y luego elegir acciones si se podĆan ejecutar. AsĆ, si te topabas con un siervo del Ejercito de las Tinieblas y decidĆas beber cerveza de su crĆ”neo pulido, debĆas utilizar los dados de acciĆ³n, tirando el master por el enemigo. Y bĆ”sicamente ya estĆ”, asĆ de sencillo, teniendo la historia, la acciĆ³n, la estrategia y el compaƱerismo, o no, toda la emociĆ³n como buen juego de rol.
Dicho todo esto, creo que es mĆ”s que evidente dĆ³nde estĆ” los pros y contras de este juego. En contra tenemos un juego que como rol se acartona en el mismo escenario pues no hay mundo mĆ”s allĆ” de esas habitaciones y para alguien que ha explorado mundos enteros roleros, el juego se convierte en un mero pasatiempo de pasar algĆŗn dĆa un buen rato divertido sin que la partida se demore. Por no nombrar la escasez de personajes o enemigos –arreglado en versiones mĆ”s actuales por lo visto-. Claro, podĆa existir el hecho de que te atrevieras a crear todo un mapeado exterior nuevo, ya fuera en cartulina para tener tablero, o usando tu imaginaciĆ³n y pasarte por el forro los dados de desplazamiento y que le dieran a ciertas reglas, pero eso es otro cantar que viene poco a cuento. Ahora bien, como un juego para introducir a los novatos en el mundo de rol es mĆ”s que perfecto: sencillo, directo, con figuras para aquellos con poca imaginaciĆ³n, poder crear tu ambiente malĆ©volo y anotar tus primeras restas de vida porque aquĆ©l orco se limpiĆ³ su colmillo con tu delicado esfĆnter. Era, en definitiva, atractivo. Como el Anillo Ćnico, todos querĆan tocarlo y en sus cabezas pasaba la idea de matar a Deagol.
Acabando, un juego de mesa “roliano” que bien merece ser saqueado del museo de historia donde estĆ© o de aquĆ©l familiar rolero que guardarĆ” en caja fuerte como buen tesoro. Y sino, siempre os queda mirar en el armario de vuestro tĆo “rolero de pro”, descubrir esa caja dĆ³nde se respira puro heroĆsmo, aventura y testosterona; abrirla y descubrir cĆ³mo puedes tener tu primer orgasmo rolero, cĆ³mo ser un hĆ©roe machacando todo tipo de criaturas mientras insultas a viva voz, soƱando ser un “Chuacheneguer”, un “Orlandito Blum” o un “Rastlin”... Y si no te ocurre, deja el maldito juego en el armario y vuelve con el Juego de la Oca o el PokĆ©mon de las narices.
Hasta la prĆ³xima, KaZetanianos.
Heroquest es en base un juego de mesa de aventuras que se fusionaba con el juego de rol convencional, cargando con multitud de ventajas para principiantes y con mĆ”s de un defecto para los avanzados. Pero aĆŗn asĆ, si querĆas echar un rato divertido y nada que pudiera llevar horas, dĆas o meses, Heroquest era ideal.
DiseƱado por Stephen Baker y comercializado por MB a partir de 1989, a EspaƱa llegarĆa a partir de los 90 y todo aquĆ©l que no tuviera un tĆo “rolero de pro” con la mastodĆ³ntica caja guardada en el armario, simplemente perdiĆ³ un gran momento de su infancia. Porque abrir esa caja y descubrir lo que habĆa en ella era multiorgĆ”smico y sin saber quĆ© era orgasmo siquiera. Era imposible mantener en el interior los millones de signos de exclamaciĆ³n por cada pieza que veĆas y que luego tu familia se viera envuelta a matarlos como moscas y ponĆ©rtelos como cena junto al bocata de alubias. Por cada figurilla de los jugadores o los malvados que iban de orcos, esqueletos, zombis o un brujo anorĆ©xico; por los dados con dibujos extraƱos, por el tablero “mazmorril” o la mampara del “Malvado Brujo” –o sea, del “master” de la partida- a lo Dr. Infierno, donde tras ella estarĆan los malvados planes de aquĆ©l al que habĆa que derrotar… Ni la casita de muƱecas de Playmobil que tanto deseaba en aquellos aƱos producirĆa el placer que sentĆ aquel dĆa.
La historia era oscura y muy sencilla: en un mundo dominado por las fuerzas del caos, el sabio Mentor reĆŗne a unos hĆ©roes para enfrentarse al Malvado Brujo y las fuerzas del Caos. Los hĆ©roes, evidentemente, eran los primeros 4 jugadores, siendo 1 el mĆnimo permitido. El Malvado Brujo harĆa el rol de “master” –el segundo jugador mĆnimo permitido-, controlando el tablero, las hordas de enemigos y orquestando el fin de los hĆ©roes. Pero el Malvado Brujo tenĆa a su vez ciertos lĆmites, asĆ pues debĆa regirse por el mapeado existente y no inventarse sobre la marcha dĆ³nde poner los enemigos, las trampas o ese zombi para sorberle los sesos al elfo gay. Y era asĆ como la subhistoria de la trama general podĆa ser cualquier cosa a la imaginaciĆ³n inocente del master: buscar un tesoro, rescatar una damisela en apuros, violar a la gĆ”rgola del torreĆ³n u ocuparse de la anorexia del brujo.
Los personajes heroicos a elegir entre los jugadores eran: el BĆ”rbaro, el Mago, el Enano y el Elfo –o como se mal tradujo: el Duende-. Cada uno con sus particularidades que se mostrarĆan en las Fichas de Personaje, y los cambios segĆŗn avanzare el juego. Contando con estos hĆ©roes, tendrĆamos 35 miniaturas fabricadas por Games Workshop –Warhammer-: 8 orcos, 6 goblins, 3 fimirs, 4 guerreros de Caos, 1 brujo de Caos, 1 gĆ”rgola, 4 esqueletos, 2 zombies y 2 momias; suficientes para que el Mago Malvado pudiera matar a tus personajes y orinar sobre ellos mientras se bebĆa cafĆ© con tres cucharaditas de azĆŗcar, y media de azĆŗcar moreno, y carcajear malĆ©volamente. TambiĆ©n contarĆamos con mobiliario, puertas cerradas y abiertas que decorarĆan la sosa mazmorra que ni la revista de Nuevo Estilo mejorarĆa, fichas extras (trampas, piedras que obstruĆan el paso, pasadizos ocultos descubiertos…), mazos de cartas con caracterĆsticas de los enemigos, tesoros, hechizos… seis dados: cuatro de combate de seis caras y dos tradicionales de seis caras; y, como no, el tablero que emulaba el mapeado de una mazmorra donde ocurrirĆa todas las aventuras, sin que tenga que ser toda ella hĆ”bil para el juego.
El master, como Malvado Brujo, debĆa de comunicar la misiĆ³n al resto de jugadores para que diera comienzo la partida teniendo en cuenta el mapa del reto a realizar y encargĆ”ndose de montar las habitaciones segĆŗn las vayan descubriendo. Establecido un orden de tirada, los jugadores debĆan avanzar por el tablero gracias a los dados convencionales y luego elegir acciones si se podĆan ejecutar. AsĆ, si te topabas con un siervo del Ejercito de las Tinieblas y decidĆas beber cerveza de su crĆ”neo pulido, debĆas utilizar los dados de acciĆ³n, tirando el master por el enemigo. Y bĆ”sicamente ya estĆ”, asĆ de sencillo, teniendo la historia, la acciĆ³n, la estrategia y el compaƱerismo, o no, toda la emociĆ³n como buen juego de rol.
Dicho todo esto, creo que es mĆ”s que evidente dĆ³nde estĆ” los pros y contras de este juego. En contra tenemos un juego que como rol se acartona en el mismo escenario pues no hay mundo mĆ”s allĆ” de esas habitaciones y para alguien que ha explorado mundos enteros roleros, el juego se convierte en un mero pasatiempo de pasar algĆŗn dĆa un buen rato divertido sin que la partida se demore. Por no nombrar la escasez de personajes o enemigos –arreglado en versiones mĆ”s actuales por lo visto-. Claro, podĆa existir el hecho de que te atrevieras a crear todo un mapeado exterior nuevo, ya fuera en cartulina para tener tablero, o usando tu imaginaciĆ³n y pasarte por el forro los dados de desplazamiento y que le dieran a ciertas reglas, pero eso es otro cantar que viene poco a cuento. Ahora bien, como un juego para introducir a los novatos en el mundo de rol es mĆ”s que perfecto: sencillo, directo, con figuras para aquellos con poca imaginaciĆ³n, poder crear tu ambiente malĆ©volo y anotar tus primeras restas de vida porque aquĆ©l orco se limpiĆ³ su colmillo con tu delicado esfĆnter. Era, en definitiva, atractivo. Como el Anillo Ćnico, todos querĆan tocarlo y en sus cabezas pasaba la idea de matar a Deagol.
Acabando, un juego de mesa “roliano” que bien merece ser saqueado del museo de historia donde estĆ© o de aquĆ©l familiar rolero que guardarĆ” en caja fuerte como buen tesoro. Y sino, siempre os queda mirar en el armario de vuestro tĆo “rolero de pro”, descubrir esa caja dĆ³nde se respira puro heroĆsmo, aventura y testosterona; abrirla y descubrir cĆ³mo puedes tener tu primer orgasmo rolero, cĆ³mo ser un hĆ©roe machacando todo tipo de criaturas mientras insultas a viva voz, soƱando ser un “Chuacheneguer”, un “Orlandito Blum” o un “Rastlin”... Y si no te ocurre, deja el maldito juego en el armario y vuelve con el Juego de la Oca o el PokĆ©mon de las narices.
Hasta la prĆ³xima, KaZetanianos.
2 Comentarios
Hola, me he fijado que la ficha del mago no es la original, es la de www.heroquest.es
ResponderEliminarTambiĆ©n te indico que el elfo se tradujo como trol, no duende. Eso sĆ, razĆ³n tienes que es un juego que da muy buenos recuerdos.
Que la ficha sea o no original no me importa ni me importaba, se parece bastante a lo que eran y el objetivo es que el que lo desconociera tenga una idea de cĆ³mo era.
EliminarY vamos, a lo de la ficha del elfo jurarĆa que ponĆa duende :S... Ahora mismo no puedo revatirte como quisiera, ya que no lo recuerdo. Pero vamos, no me cuesta nada confirmarlo aunque pueda tardar un tiempo XDDD
Gracias por pasarte y comentar. ;)
Recuerdazos, recuerdazos... *_*
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